viernes, 29 de mayo de 2009

¿Era solo sexo?


¿Cómo se puede perdonar una infidelidad?, ¿es mas fácil si resultó ser solo sexo?, y ¿Cómo tener la absoluta seguridad de que fue y de que es así?, solamente sexo.

Una ilusión, la crisis de los cuarenta, rutina, aburrimiento, falta de interés, todos estos factores se han juntado para que sea infiel a su pareja.

El deslumbramiento: lo prohibido, la clandestinidad, lo llevaron a pensar que su amor de toda la vida se había acabado, que no podía continuar.

Las excusas: los cuarenta años, la rutina, el aburrimiento de la vida en común y una supuesta falta de interés, por parte de su pareja.

Consecuencia, tomar la decisión de abandonar todo, reinventarse y volver a empezar.

Días de risas y lágrimas, de búsqueda interior, reflexiones de hotel y mas lágrimas; Una montaña rusa de emociones que desequilibran aún mas su frágil decisión.

Por fin, la soledad, la balanza puesta encima de la mesa, las ausencias, los anhelos y lo que parece un despertar a la realidad, ¿se acabó el cuento de hadas?.
Buscar respuestas en el fondo de una botella, encontrarse, reconocerse y por fin actuar.

Lo mas duro viene ahora, el abandono y el regreso, ¿podrá?.

Las palabras:
- solo era sexo, ¿Cómo estará?
- solo fue un deslumbramiento, ¿me odiará?
- esa relación no tenia futuro, ¡ojala que sea feliz!.


¿Cómo se puede perdonar una infidelidad?, ¿es mas fácil si resultó ser solo sexo?, y ¿Cómo tener la absoluta seguridad de que fue y de que es así?, solamente sexo, si no consigue olvidar.

miércoles, 27 de mayo de 2009

El café

Empezó a darle vuelta al café con leche con la cucharita. El líquido llegaba al borde, llevado por la violenta acción del utensilio de aluminio. (El vaso era ordinario, el lugar barato, la cucharilla usada, pastosa de pasado.) Se oía el ruido del metal contra el vidrio. Ris, ris, ris, ris. Y el café con leche dando vueltas y más vueltas, con un hoyo en su centro. Maelstrom. Yo estaba sentado enfrente. El café estaba lleno. El hombre seguía moviendo y removiendo, inmóvil, sonriente, mirándome. Algo se me levantaba de adentro. Le miré de tal manera que se creyó en la obligación de explicarse:

- Todavía no se ha deshecho el azúcar.

Para probármelo dio unos golpecitos en el fondo del vaso. Volvió enseguida con redoblada energía a menear metódicamente el brebaje. Vueltas y más vueltas, sin descanso, y el ruido de la cuchara en el borde del cristal. Ras, ras, ras. Seguido, seguido, seguido sin parar, eternamente. Vuelta y vuelta y vuelta y vuelta. Me miraba sonriendo.

Entonces saqué la pistola y disparé.


-Max Aub- Crímenes ejemplares.

viernes, 22 de mayo de 2009

Una cámara en el baño

Un padre, preocupado por un posible trastorno alimenticio de su hija, colocó una cámara en el baño... Una vez descubierta su enfermedad, bulimia, la chica está en tratamiento...

Ahora este señor ha sido condenado a un año de cárcel y lo peor, a cinco años de alejamiento de su familia...

¿Es justo? No lo sé, toda persona tiene derecho a la intimidad, probablemente pudiera haber indagado usando otros medios... Pero si lo hacía sin ánimo de morbo, sólo para ayudarla, me cuesta mucho aceptar esta sentencia.

Hemos pasado de los tiempos en que un hombre podía maltratar impunemente a su mujer porque era "una cuestión privada", a que no le puedas dar ni un cachete al niño, no sea que se traumatice, así que resulta mejor dejar al menor sin progenitor cinco años, claro, eso le va a traumatizar menos que el cachete, o que le pillaran vomitando, dónde va a parar...

martes, 19 de mayo de 2009

Mi marido se atranca

Mi marido se atranca, esto tiene retranca...

No es que sea tartamudo, ni mucho menos, es que se atranca con un par de consonantes... Por ejemplo la M...

En la comunión de Ana, a la hora de esperar la carne, mi hermana Rosi la pidió muy hecha (eso que se pierde) y se estaban retrasando, así que Jesús, solícito, se la reclamó a la camarera: perdona, aquí falta una muy-muy-muy-muy-muy hecha... A lo que mi hermana replicó inmediatamente: ¡No, de verdad, sólo muy hecha!- No fuera que le pusieran una suela de zapato-...

Qué risa, nos mondábamos todos...

Conste que tengo el permiso de Jesús para escribirlo aquí, y es que además tiene mu-mu-mu-mu-mucho sentido del humor y un corazón enorme