viernes, 30 de mayo de 2008








Pues sí, desde que nos han trasladado a este inhóspito paraje, me he convertido en asidua viajera de metro.

Llevaba sin utilizar este medio de transporte de manera habitual, la friolera de uhmm....12 años.

Así es que, cuando retome la costumbre, iba yo los primero días tan contenta pensando que realmente yo era una chica de metro, y que el cercanías de RENFE, una caca comparado.
Ahora, han cambiado algo mis percepciones, y lo peor de todo es que la culpa de que RENFE y metro me parezcan una caca no solo la tienen esos medios de transporte, sino los usuarios de los mismos en el 80% de los casos.

Me explico. A mí viajar en el cercanías, me sacaba de quicio, por que la mayoría de los usuarios de este medio de transporte, como que no tienen muy claro que es el espacio vital de cada uno, la necesidad de descolgarse las mega-mochilas cuando están en un tren atiborrado de gente, y hasta donde se puede llegar empujando a los demás viajeros.
Situaciones que he sufrido en mayor o menor medida los últimos 8 años.
A esto hay que sumar, que la red de ferrocarriles españoles, no sabe cuantificar como es debido el número de personas, que a diario y en horas punto, utiliza este medio de transporte público, y no incrementa el número de vagones por convoy, ni acorta los tiempos entre trenes y que prefiere llevarnos a todos como si de ganado se tratara.

Pensaba yo, que los viajeros de metro (al ser mayor la frecuencia entre trenes) tendrían algo mas de respeto por sus compañeros de viaje, pero me han demostrado por activa y por pasiva que no es así.
Que el vagón ya esta lleno, da igual, ellos empujan para meterse, por que el hecho de que yo acabe respirando el aire que el (ella) exhala no le supone ningún problema.
Pero .... pero .... pero.... si en tres minutos viene otro, alma de cantaro.

¿Por qué el hecho de que este tío(a), viaje en este vagón nos imposibilita al resto de viajeros a hacerlo?, ¿por que cojones se tiene que quedar en medio de la puerta, cuando el resto de vagón, hacia delante y a los lados esta absolutamente vació?......¿nadie ha esnsaeñado a esta persona a optimizar el espacio?, ¡Es increíble!, Y que intentas pasar esquivándole y que el imbecil te mira con cara de ¡mestasmolestando!, Tú si que me molestas a mi capullo.

No lo iba a decir, pero no puedo resistirme, nadie de los que a día de hoy viajan en el metro, era usuario antes de 1982, en serio, todos son viajeros de cómo mucho 10 años (por ahí debieron cambiar a los vagones nuevos), sino no entiendo como no pueden recordar aquella bonita frase que estampada en todas las puertas de acceso a los vagones rezaba “ Antes de entrar dejen salir”, acompañada siempre de: “tengan cuidado de no introducir el pie entre coche y anden” y “no sujetar las puertas”.

En fin, que esta llegando la hora de salir, y tengo que meterme en ese suplicio otra vez, que me cuesta una hora de ida y otra de vuelta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, me ha dado un asco infinito la imagen de tener que respirar el aliento de un ser recien levantado y desconocido aghh

Yo, como sabes, gracias a mi distendido horario no tengo demasiados problemas de masificación, pero ya sabes lo que es La Masa... un ser apestoso y maleducado por costumbre u_u

Menos mal que te lo tomas con humor... ni anque sea negro ;P

Lola dijo...

Todo eso son pequeñeces... no me digas que antes se viajaba mejor en el metro, porque me parece que estás perdiendo la memoria, eso o que como dicen por ahí tienes nostalgia del pasado, y eso es símbolo de vejez ja jaj aja. Los empujones, los sudados, los que se plantan en medio, todos esos estaban ya entonces pero además con el agravante de los "salidos" esos que se te pegaban a la espalda y te respiraban entrecortadamente en la nuca... uhhhhhh qué asco no quiero ni acordarme, ahora ya no hay de esos.... o por lo menos a mí ya no se arriman...
¡qué bonitas historias de metro!

Anónimo dijo...

No si yo no digo que entonces no exisitieran, capullos hay en todas las epocas y de todas las edades, y guarros no digamos.....